En años pasados, especialmente con Danilo Medina, estábamos acostumbrados a rendiciones de cuentas que estaban llenas de realizaciones, de obras finalizadas, de programas de apoyo a la gente. En definitiva, de promesas cumplidas. En esta ocasión, no hemos escuchado nada de eso.
Lamentablemente, el PRM le ha fallado a la gente, porque no le ha dado respuesta a ninguna de sus principales preocupaciones.
Con solo medio año de gobierno, ya son muchas las promesas incumplidas.
Prometieron bajar los alimentos en 100 días, pero los alimentos suben a diario.
Prometieron bajar el combustible, y no ha dejado de subir una semana.
Prometieron proteger la salud de la gente, pero en los últimos meses los casos se multiplicaron y la gestión de la pandemia ha sido un desorden.
Prometieron no tomar dinero prestado, y son el gobierno que más ha endeudado al país, en menos tiempo.
Prometieron fomentar el empleo, pero han reducido las inversiones en empleo y los programas FASE para ayudar a los trabajadores.
Prometieron gobernar para todos, pero han reducido drásticamente las ayudas sociales a los que menos tienen.
Prometieron más educación, pero las escuelas siguen cerradas y las familias humildes desesperadas.
Prometieron seguridad en las calles y lo cierto es que la inseguridad ciudadana y los abusos policiales están llegando a todas partes, incluida la clase media que dicen querer proteger.
Prometieron transparencia, y ya estamos viendo como se acumulan las irregularidades. Y, además, en temas tan delicados como son la salud, como vimos con la compra de jeringuillas, o la educación, con la compra de computadoras con sobreprecio. Cabe destacar que ese proceso de compra ha recibido ya 12 impugnaciones y todavía no se ha dado una sola explicación.
¿Este es el cambio del que nos hablaron? ¿Un cambio del día a la noche entre lo que dijeron que iban a hacer y lo que en realidad están haciendo?
Estamos ante un Gobierno sin rumbo, que improvisa y cambia de opinión a diario porque no tiene un plan y tiene miedo de perder popularidad.
Estamos viendo un gobierno elitista, que vive de espaldas a la realidad del país, que gobierna para los ricos y que se ha olvidado de las promesas que le hizo a los dominicanos.
Nos preguntamos qué piensan de lo que ha dicho hoy el presidente esas madres solteras, que se han quedado sin trabajo, sin programas sociales, sin tanda extendida y que viven en sus barrios con miedo a la propia policía. Nos preguntamos si ven el país del que está hablando Abinader.
Esa diferencia de clases se ha hecho patente incluso en el manejo de la pandemia.
Económicamente estamos entrando en una recesión como no la habíamos vivido desde hace 20 años.
El desempleo ha vuelto a aumentar.
En educación, aún no han logrado definir un programa creíble, con las medidas de seguridad adecuadas, para que los niños regresen a las escuelas. Mientras tanto, la brecha entre la formación que reciben los niños ricos y pobres se hace más grande.
Lo que sí sabe hacer este gobierno, y muy bien, es anotarse los logros del anterior gobierno. Eso hemos oído hoy, cuando ha mencionado como propias iniciativas que claramente no han sido realizadas por su administración.
La inexperiencia y el caos del PRM las está pagando el pueblo dominicano, al que continuan prometiendo, como si continuara la campaña electoral.
Sin embargo, calcularon mal, porque el pueblo dominicano de hoy no es el de hace 20 años. Es un pueblo más educado, mejor informado y mucho más empoderado, gracias al progreso que se logró con los gobiernos del PLD y no permitirán que todo eso se pierda.
Ese pueblo puede contar con nosotros. Los senadores y diputados del PLD vamos a velar por los derechos que tanto ha costado tanto lograr, estaremos siempre del lado de la mayoría doliente del pueblo dominicano, para que se escuche su voz y no se olviden sus reivindicaciones.
