Cinco fincas, una de ellas con 15 naves para la producción avícola fueron incautadas ayer por la procuraduría general de la República solo en la provincia de Monte Plata. Las fincas propiedad del general Adan Cáceres Silvestre recibían con frecuencia visitas importantes que llegaban en helicópteros o jepeetas de lujo. Según los vecinos una de las visitas semanales era de la pastora Rossy Guzmán quien realizaba cultos para los empleados de esas instalaciones.
Un reporte del Adriana Peguero en el Listín Diario indica que la pastora realizaba cultos todos los lunes en la explanada del Cuerpo de seguridad presidencial y que los guardias que no participaban eran sancionados con el traslado o diez días de prisión.
La profunda convicción religiosa del mayor general Cáceres expresada en la lectura de la Biblia en su comparecencia del pasado viernes en estrado se extendía de manera obligatoria a sus subalternos militares y sus empleados civiles, aunque los uiltimos eran pocos porque en Monte Plata también se dice que eran guardias la mayoría de los empleados de las fincas.
Una no acaba de entender esta religiosidad en alguien que toma para si, para no decir roba, hasta el 90 por ciento del sueldo de un subalterno y luego obliga a la victima a rezar. Quizá es una variante local de la teología de la prosperidad, un invento norteamericano muy en boga con los llamados tele evangelistas.
Cuando despierten hoy en Najayo Suites, la pastora y el general habrán amanecido en la plenitud del discurso cristiano pues estarán en igualdad de condiciones con todos los internos. Es probable que por seguridad esto no ocurra, pero entre gente de tanta fe debe ser un imperativo el servicio a los demás y la cárcel es el mejor de los escenarios.
Fuente periodista Teresa Salazar